¿Eres adicto al porno?

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La pornografía es uno de los contenidos audiovisuales más consumidos en el mundo. Representa una gran variedad de fantasías y fetiches que muchas personas tienen, pero no siempre pueden compartir con todos. Además, como bien lo sabemos, es un recurso para hallar la estimulación sexual. Por eso mismo, los videos nopor son un gran aliado cuando Manuela o Deduardo quieren entrar en acción.

A pesar de esto, también tiene su lado oscuro, ya que hay quienes desarrollan una dependencia a este tipo de contenido. La dopamina que se libera al consumir porno puede hacer susceptible el desarrollo de una adicción, sobre todo si se busca experimentar el orgasmo como un escape o evasión a la realidad. Según estudios hechos por la Asociación Americana de Psicología (APA), el 80% de los hombres y el 40% de las mujeres dicen tener una adicción a la pornografía.

¿Cómo sé si ya soy adicto al porno?

Las adicciones conllevan consecuencias físicas, psicológicas, emocionales y sociales que afectan la vida diaria. A continuación, te mencionamos algunos rasgos que los adictos del porno experimentan:

  • Enojo, hostilidad e irritabilidad ante restricciones o imposibilidad de ver pornografía.
  • Incapacidad de abstención al consumo del porno.
  • Sentimientos de culpa o vergüenza por ver videos de este tipo, incluso provocando llevar una doble vida.
  • Padecer fuertes impulsos por ver pornografía con frecuencia.
  • Necesidad de ver porno para sentir placer o tener encuentros sexuales.
  • Aislamiento social con el fin de ver videos pornográficos, incluso si esto implica perder el trabajo.

¿Cómo se trata esta adicción?

Si consideras que eres adicto a la pornografía, ya que te impide estar en paz el no consumirla o te ocasiona problemas en tu día a día, busca ayuda. No intentes solo dejarla de la noche a la mañana. Es verdad que hay personas a las que les ha funcionado abstenerse de las adicciones, pero también existen aquellos que viven las consecuencias del síndrome de abstinencia.

Lo mejor que puedes hacer es acudir con un profesional de la salud mental para que te guíe en tu proceso de recuperación. Existen diversos tipos de terapias que se enfocan en las distintas necesidades de cada paciente. De esta manera, podrás dejar paulatinamente el consumo patológico del porno y recuperar tu vida. Recuerda que pedir ayuda no debe darte vergüenza. 

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