Producido por las personas que tienen pene, blanco como la leche y con unos enigmas a descifrar. Hoy te hablaremos de algunos datillos sobre el semen que probablemente no sabías y que no está de más que los conozcas.
No es cosecha fresca
Si creías que todo el semen cuando es expulsado es nuevo, te traemos esta noticia: no lo es, pues una parte de este es de eyaculaciones pasadas. Así que no sale fresquito de la fábrica.
Su sabor puede cambiar
Dependerá mucho de la alimentación del hombre para que el sabor de su semen cambie, tanto si es saturada en grasas, azúcares, carbohidratos, etc. Eso sí, no te dejes timar por el clásico comer piña para que el sabor sea igualito, pues para que esto pase, necesitarías desayunar, comer y cenar esta fruta por varios meses y en cantidades desbordantes.
Otro factor a tener en cuenta aquí, es que en cada individuo productor de semen el sabor varía, incluso con una alimentación balanceada. Prácticamente, tienen su sabor personalizado.
No tiene adultos pequeñitos
Por extraño que te pueda parecer, en el siglo XVII se creía que el semen transportaba adultos pequeñitos. No fue hasta que se usó el microscopio que se determinó lo que traía ese líquido. Aunque, cuando vieron la realidad, pensaron que los espermatozoides eran bacterias.
A la fecha se sabe lo que contiene y las investigaciones llegaron a datos mucho más profundos, pues el semen no siempre tiene la misma cantidad de espermas.
Es muy caliente
El esperma lanzado por el pene nunca sale frío, siempre es expulsado en una temperatura de 37º C, lo que lo convierte en una bebida muy calientita y perfecta para el frío, bueno si tú lo quieres. (guiño, guiño)
La clave es la holgura
Varios estudios han demostrado que el llevar boxers holgados hace que la concentración de espermas sea un 25% más en comparación con las personas que visten ropa interior apretada.
En agua te convertirás
El semen es viscoso por naturaleza cuando recién es expulsado y después de 5 minutos este tiene la capacidad de convertirse en agua. Mentira, no todos somos Dios, lo que sí pasa es que después de este tiempo, esta sustancia se vuelve líquida como el agua.
Perfecto para invierno
La incubadora perfecta para el semen y los espermatozoides sin duda alguna es el invierno, pues se sabe que durante esta época, la producción de semen aumenta. Así que no te sorprendas si notas un cambio brusco en la cantidad, es completamente normal.
Con estos datos curiosos tienes por el momento, pero quien sabe, tal vez en un futuro los investigadores descubran algo más. Estaremos al pendiente de esto.
FUENTES:
Onda cero
BBC
Glamour