El colectivo LGBT+ ha tenido que luchar de forma dura y constante para que sus derechos sean respetados en distintas partes del mundo. Por fortuna, hoy en día hay países como México en los que se acepta la diversidad sexual con mayor apertura que hace muchos años, pero aún hay un gran camino por recorrer.
La LGBTfobia (más comúnmente identificada como homofobia y transfobia) es el odio hacia las personas que tienen una orientación sexual e identidad de género distintas a la cisheterosexual. No, no es el miedo hacia el colectivo LGBT, la palabra fobos, del griego antiguo, también significa rechazo. Las palabras tienen muchos significados.
¿Por qué se da esto?
Los seres humanos solemos rechazar lo que consideramos distinto o incomprensible para nosotros. Esto ha ocurrido desde hace miles de años, por ejemplo, cuando en la inquisición se perseguía a los herejes, que no seguían al pie de la letra lo que dictaba la Iglesia. De igual forma, como sociedad cancelamos lo que va contracorriente a lo establecido, en lugar de buscar comprender que todos somos diferentes.
La heterosexualidad y todo lo que hay alrededor de ella se ha impuesto como lo que está bien. Por esta razón, existen acciones de odio hacia personas del colectivo LGBT+, sobre todo a aquellas que se salen más del estándar de lo que debería ser un hombre o una mujer. En muchos casos, incluso se fundamenta por dogmas religiosos o leyes estatales, lo cual es mucho más peligroso.
Como resultado, se dan prejuicios que se traducen en hechos de discriminación como señalar, humillar y aislar a personas homosexuales, trans o que pertenecen a cualquier otra de las letras del colectivo LGBT. Incluso, también dañando a aquellos heterosexuales que simplemente no entrar en los cánones de comportamiento heteronormativo.
Homofobia y transfobia internalizadas
La discriminación contra la comunidad LGBT no solo ocurre desde el exterior, también de forma interna. A esto se le conoce como homofobia y transfobia internalizadas, es decir, todo acto de discriminación consigo mismo o con otros que son parte de la disidencia sexual y de género.
¿Pero cómo puede ocurrir un acto de este tipo entre miembros de una misma comunidad oprimida? Así como existen casos de racismo entre personas de color, pasa lo mismo con el colectivo LGBT. Es una consecuencia el prejuicio, rechazo y estigma de la sociedad que, si bien ya ha avanzado en estos temas, acepta más algunas formas de ser gay o trans que otras.
La homofobia internalizada se manifiesta en acciones como no interactuar con la pareja en público o mantener una relación en secreto. Sensación de superioridad por cumplir estándares masculinos o femeninos para que no se note lo gay. Además de estar en contra de derechos como la adopción homoparental o el matrimonio igualitario.
La transfobia internalizada se da cuando hay rechazo hacia sí mismo u otras personas trans por ser más notorias o no cumplir con estándares de belleza heteronormativos. Asimismo, también ocurre al discriminar a las personas no binarias, llamándolas “falsos trans” o creyendo que su vivencia de género no es válida.
El impacto de la LGBTfobia
Como suele suceder con la discriminación y el odio, no solo se queda en el ámbito de lo privado, sino que trasciende a lo público. ¿Qué queremos decir con esto? Es cierto que muchas personas de esta comunidad son rechazadas por sus familias al punto de ser sacadas de sus hogares, pero esto no se queda ahí.
Los afecta en espacios como el trabajo, la escuela o la calle. El bullying hacia niños que no se comportan como lo establecido es muy común, sobre todo si son varones afeminados. Por su condición de LGBT, sobre todo las personas trans, no pueden conseguir un empleo. Además, muchos aseguran que en sus trabajos no son tratados como sus compañeros heterosexuales.
Además, también implica un peligro enorme en las calles. Los crímenes de odio contra personas disidentes sexuales y de género son comunes. Incluso se acompañan de evidentes heridas, golpes y humillaciones, como dejar su cuerpo expuesto en vía pública y sin ropa. También hace vulnerables a personas trans y lesbianas a ser víctimas de abuso sexual.
Incluso, esto puede escalar al punto de que el estado, que se supone debe cuidar de sus ciudadanos, criminalice al colectivo LGBT. Algunos países de medio oriente como Arabia Saudita e Irán otorgan sentencias de pena de muerte a homosexuales. Esto deja desprotegidos, por completo, a los miembros de esta comunidad ante cualquier ataque de odio.
Aceptar la diversidad
Ahora, hetero que estás leyendo, ¿Qué dices? ¿Que los aceptas pero no quieres que se besen en público? ¿Qué no quieres que adopten niños? La homosexualidad no se contagia, que se te antoje es otra cosa. Además, seamos sinceros, a los niños ni les importa eso, ellos solo quieren jugar, aprender y ser ellos mismos. Nosotros los adultos somos quienes les metemos estas horrendas ideas.
¿Cómo podemos ser tan horribles con alguien solo por ser distinto? A las personas nos hace falta mucha empatía y entender que todos somos distintos. Pero, no te desanimes, no todo está perdido. La educación está cambiando conforme hay nuevas generaciones. Cada vez somos más los que aceptan la diversidad sexual y entienden que es algo completamente normal.
Siempre habrá alguien que te acepte tal y como eres. Si no es tu familia o tus supuestos amigos, te encontrarás en el camino a quien decida abrir sus brazos y recibirte sin buscar que cambies. Recuerda que eres valioso por ser tú, solo necesitas confiar en ti mismo y buscar un espacio seguro para ti.
¿Qué opinas de la LGBTfobia? ¿Alguna vez has pasado por una situación similar? Sinceramente, ¿has sido homofóbico o transfóbico?
Fuentes:
Centro de Investigación en Política Pública
https://imco.org.mx/la-discriminacion-hacia-la-comunidad-lgbt-le-cuesta-a-todos/
Gaceta UNAM
https://www.gaceta.unam.mx/comunidad-lgbti-la-mas-maltratada-y-discriminada/
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