La sensación y el placer que nos da tener sexo es inigualable. Al hacerlo nos dejamos guiar por nuestros más grandes deseos en la cama para experimentar placer. Esto es mucho mejor cuando hay una comunicación óptima entre todos los participantes, ya que así todos dejan claro lo que les interesa y lo que les gustaría practicar.
Sumado esto, también se pueden hacer distintas actividades para el juego previo como son los besos, las caricias o incluso el sexo oral y la masturbación pueden jugar parte de ello. No obstante, por más que todo fluya excelente antes y después, hay algo que a muchos se les pasa: ¿Qué ocurre después de terminar?
La empatía es importante
Existe un concepto muy interesante que engloba esta situación, llamado aftercare, que traducido del inglés significa el postcuidado. Se utiliza específicamente para hablar sobre la importancia de demostrar empatía, sentimientos y consideración sobre los demás tras un momento intenso de placer. En pocas palabras, quitarse de forma brusca tras hacerlo e irse es la peor idea que se puede tener.
¿Entonces cómo se lleva a cabo? Al igual que el juego previo y el cuidado en el sexo, no hay una sola forma de hacerlo. Lo mejor es hablar sobre que nos gustaría que pasara al terminar o si hay algo que necesitamos, aunque lo comuniquemos de último momento, lo mejor siempre es no quedarnos callados.
Claro que tampoco esto es una excusa para decir “ay, no me dijeron nada, el otro tiene la culpa de todo”, el aftercare va de la mano con la idea de la empatía, por lo que si nuestra pareja o los demás involucrados no dicen nada, podemos tomar la iniciativa de hacer algo o de preguntar al respecto.
Actividades para el aftercare
Hay muchas grandes ideas que podemos hacer en el aftercare. En primer lugar, preguntar un “¿Te sientes bien?”, “¿Qué te pareció?” es un mínimo gesto de importancia sobre lo que la otra persona siente. Si no se quiere hablar, simplemente pueden abrazarse (sin una intención sexual) o verse a la cara, acariciarse y hasta darse un beso.
Pueden quedarse un poco en la cama abrazados, viendo una película, una serie en Netflix (pero sí viéndola), ordenando algo de comer por una app, todo lo que pueda hacerlos sentir mejor y que no todo termine ahí. Otra gran idea es ducharse juntos si los dos quieren estar limpios después del sexo.
Suena muy bonito todo esto, pero y si de verdad ya necesito irme a dormir, por lo que no tengo tiempo de nada de esto. Si ambos ya están muy cansados y necesitan trabajar temprano mañana, con preguntar lo que sienten, un buenas noches y un abrazo bastará para que haya un aftercare.
Nada de que “te llamo un taxi”
Acá hay un punto algo polémico del que queremos hablar: el aftercare no es exclusivo de aplicarse con tu pareja. Sí, es cierto que a la pareja le invertimos más de nuestro dinero y tiempo, pero si tienes sexfriends o simplemente tuviste sexo casual, no tienes por qué ser una piedra y decir únicamente “Te llamo un taxi” o “¿A qué hora te vas?”.
Aunque no tengamos una relación tan estrecha como con el novio, no quiere decir para nada que no podamos tener acciones de buena voluntad con la otra persona. Platicar, preguntar cómo te sientes o incluso hacer algo juntos (sobre todo si son amigos) no tiene por qué implicar querer una relación.
¿Y si la otra persona se clava conmigo? ¿Y si lo malinterpreta? Nada de esto debe pasar si tú dejas claro que no estás interesado en un noviazgo ni en algo parecido. No buscar un compromiso no te da derecho a ser patán ni es un requisito para ser una roca con los demás. Cuestionémonos más las relaciones afectuosas y dejemos de ponerlas todas en una caja que diga “guardadas para el novio”.
¿Qué piensas del aftercare? ¿Has hecho o harás alguna de las actividades que proponemos?