El placer y el dolor suelen ir muy relacionados en algunas prácticas. ¿Cuántas veces no hemos sentido ese dolor rico ahí abajo con una penetración intensa? ¿Acaso no le has dado nalgadas a tu pareja o cachetadas? Claro que hay gente que lo lleva a más intensidad como es el caso de los que practican el BDSM, pero muchos experimentan este placer de distintas formas.
Hay una práctica muy extrema de la que hoy te hablaremos que entra dentro de los juegos del sadomasoquismo. Se llama sounding, es practicada mayormente por hombres y consiste en introducir sondas dentro de la uretra. Ahora te preguntarás, ¿por qué alguien haría eso? ¿No es demasiado dolor? En la sexualidad todo se vale, no te espantes y déjanos explicarte el porqué se practica.
Extremo pero placentero
Para empezar, definamos el sounding como la práctica de introducir un objeto largo en la uretra del pene (el orificio por el que se orina o expulsa semen) con la finalidad de sentir placer con el dolor y estimular la próstata. Por lo general, se utilizan unos objetos llamados sondas que tienen distintas formas y tamaños.
Se le considera como un fetiche médico, ya que en las prácticas clínicas se introduce una sonda con el fin de hacer estudios de la próstata o la vejiga en los hombres, pero en el sounding solo se busca obtener placer al respecto. Incluso, se le acompaña de juegos sexuales en los que es un doctor quien inserta la sonda y un paciente el que la recibe.
Es practicado tanto por hombres heterosexuales como homosexuales, aunque hay una mayor tendencia por los últimos para hacerlo. Algunas mujeres lo practican, pero no es tan usual, ya que la uretra de ellas es menos larga y su punto G no es estimulado a través de esta zona. También puede hacerse solo, con la finalidad de masturbarse.
El sounding y el BDSM
Debido a que es una práctica que implica experimentar dolor, se le relaciona con el BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión y Sadomasoquismo). Incluso, los leatherman suelen practicarlo con frecuencia. Quien tiene el rol del sádico dominante o la dominatrix es el que inserta la sonda en la uretra de quien va tiene el rol de masoquista dominado.
¿Qué placer causa esto? A quien se le inserta la sonda, disfruta del dolor intenso que siente en su uretra al ser introducido un objeto. Además, de sentir un intenso placer al estimular su próstata. Por otro lado, el que inserta la sonda disfruta de ver el dolor que siente el otro y cómo puede dominarlo a través de él.
Suele acompañarse de otras prácticas del BDSM como amarrar, asfixiar, golpear, humillar, dar toques, etc. Todo lo que el sometido desee o que el dominante busque hacer es bienvenido en esta práctica, mientras haya un consentimiento mutuo y se haga con responsabilidad.
Tipos de sondas
Como mencionamos, para hacerlo se utilizan sondas. Hay cinco principales tipos, que se clasifican según la forma que tengan y el uso que se les puede dar:
- Plugs o sondas comunes. Son completamente rectas, aunque algunas tengan variaciones en la forma. Llegan solo hasta los primeros centímetros de la uretra. Se utilizan para un sounding prolongado o para principiantes. Algunas también tienen función de vibrador.
Fuente: Lustplugs
- Sondas con bolas grandes. Al igual que las plugs, son rectas pero se caracterizan por incluir algunas bolas grandes o tener tamaños descomunales. No se recomienda su uso en inexpertos.
Fuente: Lustplugs
- Sondas de Pratt. Cuentan con una doble punta, como una “S” alargada con una forma ligeramente curvada. Pueden dilatar la uretra y sirven para el sounding intermedio.
Fuente: The Chaingang
- Sondas de Van Buren. Tienen forma de letra “J” que termina en una curvatura, como un popote. Están diseñadas para el sounding profundo, que llega hasta lo más profundo de la uretra.
Fuente: Medical Toys
- Sondas de capullo. También conocidas como “bakes sounds”, tienen una punta grande que simula un tulipán y un cuerpo delgado semiflexible. Se usan con el sounding profundo.
Fuente: Medical Toys
Los riesgos de practicarlo
Toda práctica sexual extrema tiene sus riesgos si no se hace correctamente. Para empezar hay que tener una buena higiene en las sondas utilizadas; si es posible lo mejor es esterilizarlas, sino solo lavarlas muy bien con jabón neutro, agua limpia y mantenerlas protegidas cuando no se usen. También es importante que las manos (o guantes) de quien la inserta estén limpios, así como el pene de la persona que va a recibir la sonda.
Además, hay que hacerlo de forma progresiva, si no eres muy experimentado, lo mejor es que solo utilices sondas simples y de un tamaño mediano o pequeño. La uretra es una zona muy delicada que puede lastimarse con facilidad, no busques hacer lo más extremo desde un principio. También es importante que veas las reacciones de tu pareja la cual recibe la sonda: ¿Está sintiendo placer? ¿No lo estoy lastimando de más? ¿Ya dijo la palabra de seguridad?
Algo más que necesitamos aclararte es que aunque suene muy interesante el meterse lápices, plumas o cualquier otro objeto delgado y largo por ahí, por ningún motivo lo hagas. Puedes causar lesiones en la uretra, las cuales pueden infectarse y llevarte directo al hospital.
Esta práctica puede ser muy placentera para algunos, sobre todo quienes practican el BDSM con regularidad y buscan algo más extremo. Hazla si es algo que podría excitarte o que en efecto ya lo hace. No obstante, siempre cuídate y sé responsable al hacerlo.
¿Y tú practicarías el sounding? ¿Qué piensas al respecto? ¿Conoces a alguien que ya lo practique?