Los cuerpos disidentes están presentes en la naturaleza. Hay animales que presentan ginandromorfismo, siendo una mitad de ellos hembra y la otra macho. También hay plantas que poseen características de ambos sexos, por lo que pueden dar vida sin una contraparte externa. En el caso de los seres humanos, también hay quienes presentan rasgos ambiguos sexuales.
Existen aquellos cuyas facciones y cuerpo son de apariencia andrógina, es decir, que son una mezcla de lo que asociamos a lo masculino y femenino. Sin embargo, también están aquellos que presentan no solo esto en cómo se ven sino en sus genitales, incluso puede que no sea visible a simple vista. ¿Pero cómo se les denomina a ellos, hermafroditas o intersexuales? A continuación te explicaremos cuál es la diferencia entre ambos términos.
¿Qué es el hermafroditismo “verdadero”?
El hermafroditismo es la presencia de características sexuales asociadas a los machos y hembras en organismos (plantas y animales) de forma simultánea. Son capaces de producir gametos masculinos (espermatozoides) y femeninos (óvulos) completamente funcionales. Por lo que son capaces de reproducirse a sí mismos, sin la necesidad de la unión de gónadas o contacto externo.
En el caso de los seres humanos esto no es posible (o por lo menos no se ha presentado hasta la fecha). La presencia de características ambiguas de ambos sexos sí existe en nosotros, pero se da de diversas formas y nunca permite la autoreproducción, como en los organismos hermafroditas. A esto se le conoce como intersexualidad.
Claro, tal vez habrás visto pinturas y esculturas en las que esto se representa o que en las mitologías se hable sobre seres antropomorfos que son hermafroditas. No obstante, debemos entender que esto es solo ficción o pensamiento mágico, no es algo que tenga cabida en nuestra realidad.
Trastorno del desarrollo sexual ovotesticular
Dentro de las variantes de la intersexualidad, hay una que sí es considerada patológica, ya que puede causar problemas como infertilidad y desbalance hormonal. A esta se le conoce como Trastorno del desarrollo sexual ovotesticular. También se le dice “hermafroditismo verdadero en humanos”, pero no es exactamente esto en sí. Consiste en la presencia de gónadas ovotesticulares, que son la mezcla de un ovario y un testículo.
La parte ovárica suele ser funcional, pero la parte testicular no, ya que hay una presencia excesiva de estrógenos que inhibe la presencia de espermatozoides. Esto ocurre en el 60% de los que tienen este trastorno; sin embargo, hay casos en los que se desarrolla un testículo u ovario normal de un lado y un ovotestis del otro.
Esto puede presentarse al nacer, pero es mucho más frecuente que se diagnostique hasta pasada la pubertad. El tratamiento para esto es una cirugía para extirpar la parte que no corresponde al sexo o medicamentos que regulan la producción de hormonas. A pesar de esto, siempre se debe tener en cuenta lo que la persona en cuestión opine y con que se sienta cómoda.
Evitemos usar hermafrodita e intersexual como sinónimos
Ahora que las diferencias entre ambas categorías quedan más claras, es indispensable quitarnos de nuestro vocabulario que hermafrodita e intersexual son sinónimos, porque no lo son. Decirle hermafrodita a una persona intersexual no solo es erróneo (ya que, como dijimos, esto solo se presenta en animales y plantas), también es algo sumamente ofensivo.
Si esa persona se identifica como intersexual, es porque está cómoda u orgullosa con que sus gónadas sean distintas a lo que la heteronorma dice. En el caso de que no lo diga tan abiertamente, pero te lo confíe, lo menos que espera es que te burles de él, ella o elle. Aprendamos a respetar toda la diversidad que existe y a informarnos al respecto.
¿Qué opinas del hermafroditismo? ¿Sabías que existen los ovotestículos?