¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que pasa cuando juntas tus labios con los de tu amorcito? Seguramente has experimentado un ligero cosquilleo en el cuerpo, te palpita el corazón y lo único que quieres es tenerlo más cerquita de ti, y si es a solas ¡mucho mejor! Hoy hablaremos sobre todas esas sensaciones y te platicaremos qué hay detrás de la química del beso.
¡A besar se ha dicho!
Con un beso se activan hasta 30 músculos faciales, 17 de ellos relacionados con la lengua, se transfieren 9 miligramos de agua y se queman quince calorías en un beso promedio de 3 minutos. ¡Sorprendente!
Detrás de un beso existe todo un universo que tiene que ver con la química, las sensaciones y las emociones más profundas que puedes llegar a experimentar durante ese momento.
Jean-Luc Tournier, autor de la Pequeña enciclopedia del beso, declaró que no hay acto alguno que permita una implicación voluntaria del ser tan total como el beso, y estamos totalmente de acuerdo, ya que siempre queremos un poco más después de un largo beso.
Una lluvia de hormonas
El cerebro humano es adicto a la oxitocina, la hormona que se produce cada vez que besamos a alguien. La oxitocina también está presente en el enamoramiento y los orgasmos, y está asociada con el afecto y el placer que sentimos cuando estamos cerca de alguien que nos gusta.
Y no solo eso, la química del beso va más allá. Cada vez que besamos a alguien estamos un paso más alejados de la depresión, ya que el juntar los labios con los de alguien más combate la ansiedad y el desánimo.
El placer de un beso
La posición de los labios se encuentra en un lugar idóneo del cuerpo humano para conectar directamente con la parte del cerebro que controla la boca y de esta manera producir sensaciones y emociones muy placenteras. ¡Maravilloso!
Según un estudio de la Universidad de Viena, cuando cerramos los ojos y juntamos nuestros labios y nuestro cuerpo con los de otra persona, las pulsaciones cardiacas aumentan instantáneamente hasta 130 pulsaciones por minuto.
La química del beso no solo nos proporciona placer y felicidad, también cuida nuestra salud y refuerza el sistema inmunitario. Así que ya lo sabes, si te quieres mantener sana y experimentar un sinfín de sensaciones placenteras, reparte más besos a cualquier hora del día, y si es durante la noche ¡mucho mejor!
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