Siete de cada diez mujeres son agredidas en espacios públicos, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares del INEGI, en México. Los piropos son el tipo de ataque más común que reciben las mujeres día con día, pero ¿por qué se considera violencia sexual?
La investigadora del Programa Universitario de Derechos Humanos, Patricia Piñones, declaró que el piropo es un acto verbal cargado de connotaciones sexuales que ninguna mujer ha solicitado al momento de transitar por la calle.
Acto de poder machista
Esta agresión se dirige, principalmente, a mujeres jóvenes por parte de hombres desconocidos. Esto representa un acto de poder que no solo incomoda y asusta a las mujeres que reciben el piropo, sino que legitima el ataque ante otros hombres.
Los piropos restringen la movilidad y la seguridad de las mujeres, ya que las hace sentir avergonzadas, intimidadas e, incluso, sexualizadas. Este tipo de violencia puede ser desde un gesto o una palabra, hasta el acercamiento desmedido.
En general son actos de machismo que afectan directamente a las mujeres, ya que este tipo de agresión ha causado que modifiquen su vestimenta y eviten pasar por ciertos lugares por los que tendrían que caminar libremente todos los días.
Violencia no visible
Los piropos se pueden clasificar como una forma de violencia no visible de acuerdo a la Pirámide de Violencia de Galtung. Durante mucho tiempo se creía que la violencia era aquella que dejaba moretones o daños visibles, pero no, la violencia tiene muchas expresiones.
Una de las más frecuentes es la violencia simbólica, aquella que a través de chistes, canciones, mensajes, películas y series ha causado que la mujer sufra y se avergüence por ello.
¿Qué hacer si me acosan en la calle?
Te compartimos una serie de puntos para que sepas qué hacer en una situación de acoso.
1. No te quedes callada, hazlo público
Ninguna mujer tiene que soportar la intromisión en su espacio privado. Por tal motivo tienes que reclamar tus derechos y denunciar el acoso, ya que este acto vulnera la libre circulación y representa una amenaza hacia tu persona.
2. Identifica al agresor
Si es posible toma fotos y/o graba a la persona que te atacó y después hazlo público. Esto ayudará a identificar al agresor y a reconocerlo para que las autoridades actúen en su contra.
3. No sientas culpa
Durante muchos años se ha responsabilizado a la mujer por “provocar” a los hombres. Las mujeres no somos responsables de los actos de violencia que recibimos; lo mejor que podemos hacer es conocer y hacer respetar nuestros derechos.
4. Denuncia
Una forma de disminuir el acoso es denunciando al agresor ante las autoridades. Es muy importante que hagas la denuncia para establecer un antecedente de la persona que te agredió.
5. Apoya y participa
Existen muchos colectivos que apoyan a las mujeres que han sido agredidas, también empoderan el movimiento feminista y comparten información de valor. Infórmate, únete a la conversación y participa para crear lazos de ayuda hacia otras mujeres.
Aquí te compartimos algunas cuentas: