Promiscuidad: práctica y mitos

Compártelo con tus amigos

Un trío bisexual

La sociedad se ha encargado de enseñarnos que la realización de nuestra vida se da cuando nos unimos en matrimonio y vivimos felices para siempre con una misma persona. Sin embargo, esto no es el sueño ni la realidad de muchas personas. Si bien es algo válido vivir en monogamia, no quiere decir que sea la obligación ni mucho menos el deseo de todos.

Hay gente que busca mantener relaciones de pareja con más de dos personas y viven una vida feliz, lo cual se denomina poliamor o poligamia. Algunos otros simplemente disfrutan de tener sexo casual con otros sin compromiso. Esto último es de lo que te hablaremos hoy y que causa mucha polémica: la promiscuidad.

Tener sexo sin compromiso

Las personas promiscuas se caracterizan por tener actividad sexual con diversas parejas. No se limitan a elegir una sola ni mucho menos buscan llegar a la santidad del matrimonio como se nos ha impuesto en nuestro entorno. Todo lo que buscan es experimentar diferentes bocas y cuerpos al máximo sin que esto implique adentrarse en una relación de pareja.

Hay una gran variedad de prácticas que se relacionan con la promiscuidad. Los swingers son aquellas parejas a las que les gusta experimentar y compartir su pareja con otros en el acto sexual. Está el cruising que consiste en la búsqueda por tener sexo con desconocidos. Los tríos y las orgías involucran tener sexo con muchas personas al mismo tiempo. Además, ya existen apps de ligue como Tinder y Grindr que también son usadas para encuentros casuales.

¿Pero qué no pueden conformarse con alguien y ya? ¿No tienen llenadero? A ver, sabemos por qué estas preguntas, pero se basan en una idea errónea muy frecuente. Alguien promiscuo no necesariamente es inestable ni está insatisfecho con lo que consigue. Por supuesto que existen personas que son adictas al sexo o lo utilizan para cubrir carencias, pero este no es el caso de todos los que practican la promiscuidad.

No es lo mismo que ser infiel

Debemos entender que la promiscuidad no es sinónimo de ser infiel. Hay personas promiscuas que no buscan tener una relación monógama y cerrada precisamente porque les gusta tener la libertad para tener actividad sexual con quienes deseen. También está el caso de aquellos que pese a acostarse de forma casual cuando están solteros, al momento de tener un noviazgo es todo lo contrario.

Estamos muy acostumbrados a ver la infidelidad y la promiscuidad como algo indisoluble, pero en realidad los infieles son quienes rompen un acuerdo de exclusividad sin un consentimiento de ambas partes. Además, esto no solo en la monogamia, también puede ser infiel en una relación poliamorosa.

Sí, es verdad que hay gente promiscua a la que le encanta poner cuernos de watusi a su pareja con casi cualquiera que se les ponga enfrente. No obstante, esto no es así en todos los casos. Incluso, hay personas que son infieles por otras razones como buscar una aventura, sentirse solos, aburrirse de su pareja actual o problemas emocionales.

Mitos y prejuicios sobre la promiscuidad

No solo existe el prejuicio de que todos los promiscuos son infieles, también hay muchos otros mitos arraigados al estigma social que esta práctica carga. El más común de todos es que es normal que los hombres sean unos wilos, pero está mal visto en las mujeres. Se le toma como un campeón a los varones que tienen mucho sexo y se le juzga a ellas por no ser castas.

Otro de los que circula mucho es que todos los gays son promiscuos e infieles y que sus relaciones de pareja no pueden ser duraderas. La realidad es que esto no tiene nada que ver con la orientación sexual. Hay personas heterosexuales a las que les gusta el sexo casual y también hay quienes engañan a sus parejas. De igual forma, existen matrimonios LGBT con años de relación.

El último mito prejuicioso del que te hablaremos al respecto es el de pensar que es algo malo ser promiscuo. Tener sexo casual o con muchas personas no le hace daño a nadie ni a uno mismo, mientras se haga de forma responsable. “Sí, pero es que eso no es valorarse”, por supuesto que esto está muy equivocado. El valor de un ser humano no se basa en su vida sexual, sino en su calidad como persona.

Hacer todo de forma responsable es lo ideal

Toda práctica sexual consentida es válida y respetable para quien la practique. Lo único importante al respecto, además de que todos lo disfruten, es ser responsables cuando se hace. Para empezar, las enfermedades de transmisión sexual existen y por más rico que sea el sexo a pelo, lo mejor es usar siempre un condón, más si se tienen encuentros casuales.

Otra cosa muy importante es establecer límites con los involucrados. Por más que te sientas un semental, no está bien hablar y presumir de tus parejas sexuales con todos, ya que puede ser incómodo para algunos. Tampoco olvides que el aftercare es importante, no solo estás con un muñeco inflable, puedes tener algo de empatía.

Suscribirte a nuestro boletín

Al ingresar su correo electrónico, acepta nuestos Términos y condiciones del Aviso de Privacidad

Conecta con placer punto a punto

Compártelo con tus amigos