El alcohol ha formado parte de la vida del ser humano desde tiempos antiguos. Ha estado presente desde la celebración por nuestro nacimiento hasta los tiempos más recientes cuando vamos a fiestas, conciertos y reuniones familiares. Lo podemos ver en series, películas y redes sociales, en donde nos muestran a hombres y mujeres bebiendo, excitados, sin preocupaciones y preparados para la acción.
¿Pero realmente el alcohol es una bebida afrodisíaca? ¿Si bebo alcohol tendré un mejor desempeño en la cama? Desafortunadamente no, ya que beber en exceso puede bloquear tu capacidad para excitarte y para llegar al orgasmo.
Alcohol y sexo
La psiquiatra especializada en terapia sexual, Madeleine Castellanos, afirma que el órgano sexual más grande es el cerebro, por lo tanto es lógico que cualquier sustancia que afecte tu mente tenga un gran impacto en tu vida sexual. En este caso el alcohol, ya que anula ciertos procesos del cerebro provocando impulsos y reduciendo la ansiedad.
Normalmente cuando alguien toca tu pene, tu clítoris o labios vaginales de una manera que te gusta, tu cerebro traduce esas sensaciones en excitación, sin embargo, al beber alcohol, esas sensaciones son sofocadas y tu cerebro no es receptivo con lo que estás sintiendo, y por esta razón tus genitales están menos sensibles.
Esto se debe a que el alcohol suprime el sistema nervioso central provocando una disminución de la excitación y de la respuesta sexual a la estimulación. Por lo cual, algo que normalmente te excitaría o te haría llegar a un orgasmo no se siente placentero ni estimulante.
¿Cómo afecta a los hombres?
- Dificulta la erección debido a una disminución del flujo sanguíneo.
- Retrasa la eyaculación y hace que sea muy difícil llegar al orgasmo.
- Disminuye el deseo sexual debido a la incapacidad de concentrarse.
- Aumenta el estrés y baja los niveles de testosterona.
¿Cómo afecta a las mujeres?
- Disminuye la lubricación de la vagina debido a la deshidratación.
- Retrasa el orgasmo y si se produce, se siente con menor intensidad.
- Altera la excitación y disminuye el deseo sexual.
- Nubla el juicio y la capacidad de tomar decisiones.
Dile no a los excesos
El alcohol no es el enemigo, pero el exceso sí lo es. Beber regularmente de forma moderada puede ayudar a disfrutar del sexo porque nos relaja y hace que nos sintamos más seguros en la cama. El verdadero problema es cuando bebemos en exceso y de manera regular, ya que afecta el desempeño sexual y perjudica la libido de hombres y mujeres por igual.
Así que ya lo sabes, bebe con moderación y olvídate de los excesos para vivir y disfrutar de una sexualidad satisfactoria, llena de orgasmos y mucho placer.