¿Hartos de lo mismo? Combate la monotonía sexual

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Monotonía-sexual

La pasión durante el sexo nos ayuda a mantener la flama del deseo con nuestra pareja. Nos ayuda a experimentar diversas sensaciones que nos quitan el estrés de la vida cotidiana y nos conectan mucho más con quien compartimos la cama. Además, se le considera algo clave para mantener algo sano y duradero (porque, por más que lo neguemos, si somos alosexuales, sí es importante la intimidad sexual).

A pesar de esto, en muchas ocasiones hacer el delicioso termina siendo algo rutinario. Se convierte en parte de nuestras actividades del diario como levantarnos y lavarnos los dientes. Esto provoca serios problemas en una relación de pareja, incluso, llevándola al rompimiento. Aunque las costumbres son parte de quienes somos como humanos, lo mejor es no dejar que el sexo se convierta en algo tedioso y repetitivo.

¿Cuáles son las causas de la monotonía sexual?

Las primeras veces que tenemos contacto con esa persona (o esas, ya que el poliamor existe), sentimos todo de forma más intensa. Es un cuerpo extraño que nos da sensaciones nuevas, por lo que es mucho más fácil que tengamos un placer genuino. Sin embargo, tras hacerlo con mayor frecuencia, es muy probable que se convierta en parte de eso que todos tememos, la rutina.

Y es que, si solamente te pones a tener sexo como siempre es muy probable que te acostumbres hasta llegar a aburrirte. Además, si nunca se han preguntado qué les gusta a ambos, es mucho más sencillo llegar a la monotonía. Sumado a esto, puede haber una baja de líbido por parte de alguno de los involucrados, por causas como el estrés, cansancio físico, horarios incompatibles, falta de tiempo, problemas de pareja o falta de comunicación.

¿Cómo combatir la monotonía sexual?

La mejor manera de combatir la monotonía sexual es dejar de solo darle por su lado y conversar entre ambos de forma honesta. Pregúntense “¿qué está sucediendo?”, “¿en verdad me está gustando?”, etc. Idealmente, desde un principio ambos deberían de interesarse en lo que le gusta al otro y no solo hacerlo porque sí. No obstante, sabemos que esto no siempre pasa y por ello es indispensable hablarlo.

Tras dejar en claro esto, pueden comenzar a idear nuevas cosas. No tengan miedo de intentar nuevas prácticas y de comunicar deseos que tengan. Algunas cosas serán negociables, otras no y puede que descubran nuevas sensaciones que les agraden a ambos. ¿Nos agrada lo extremo como el BDSM? ¿Y si usamos disfraces o hacemos cosplay? ¿Hay alguna parte de mi cuerpo con la que no hayamos experimentado?

El juego previo ayuda a revivir la pasión

Aparte de todo esto, también hay un error que muchos hemos cometido y es prescindir del juego previo. ¿A qué nos referimos con esto? A esas caricias, besos y fajes previos a matar el oso a puñaladas. Recuerden tocarse diferentes partes del cuerpo, explorarse, poner los labios por todo el cuerpo, raspar con la barba (si es que tienen) y dejar que toda su piel sienta distintas cosas.

Otra cosa que es relevante es jamás insistir en tener relaciones sexuales con su pareja si la otra persona no tiene ganas de hacerlo. Aparte de que eso es abuso sexual, si se accede por presión a hacerlo, solo provocará aversión al acto sexual o se convertirá en algo rutinario que acabará por aburrir a ambos.

Juegos y fantasías para cambiar la rutina

La mejor forma de romper la rutina es intentar nuevas prácticas en la cama. No solo hagan el mete saca como siempre. Buscar maneras novedosas de interactuar en la intimidad logrará darle nueva vida a la pasión y aumentar la complicidad en pareja. Te sugerimos estas ideas:

  • Cambien de escenario, no siempre usen el mismo lugar. Tal vez ir al sillón, la cocina o hacerlo en la regadera ayude.
  • Conviertan en realidad fantasías o prueben algunas nuevas. Jugar a los policías y ladrones, vestirse de vaqueros, de cosplay, entre otras cosas dará una gran variedad al asunto.
  • Probar posturas nuevas es una excelente idea. Limitarse a hacerlo de misionero o en cuatro puede aburrirlos eventualmente.

Intentar prácticas mucho más arriesgadas como el BDSM o el uso de juguetes sexuales que logren explotar diversas sensaciones.

Combatir la monotonía es fácil, solo es importante identificarla y actuar. Si nada de esto les sirve, lo mejor es que vayan con un experto en parejas (nos referimos a un psicólogo, no a la Srita Laura ni a Oprah). Y tú, ¿ ya estás aburrido de tener sexo con tu pareja? ¿Has intentado alguna de estas ideas que te proponemos?

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