Anteriormente, ya te hemos hablado del squirt femenino, un líquido que las mujeres pueden expulsar si su zona G es estimulada correctamente. ¿Qué harías si te dijéramos que los hombres también pueden tener uno?
¿Qué es el squirt masculino?
Se dice que un hombre tiene un squirt, cuando este libera un chorro de líquido prostático con orina. Un squirt no es sinónimo de tener un orgasmo, así que, que un hombre lo tenga, solo le va a producir una sensación de placer que puede durar por varios minutos, pero no hará que eyacule.
Este líquido se produce debido a la hormona vasopresina, quien es la encargada de regular la retención de líquidos. Cuando se estimula el asunto correctamente, la hormona manda al cerebro la señal de expulsión y de satisfacción.
¿Cómo provocar uno?
El squirt masculino no es nada fácil, tiene su mismo grado de complejidad que el femenino y no todos pueden lograrlo. Así que, te invitamos a realizar las técnicas que te explicaremos a continuación, pero no te agüites si no puedes conseguir uno.
Opción 1
Esta consiste en estimular el glande frotándolo de forma circular con la mano. No hay que tocar otra zona más que el glande e ir jugando con la intensidad de movimientos así como de la presión. El chiste es hacerlo hasta que ocurra el squirt.
Opción 2
Esta no es recomendable para todos los hombres, pues si eres alguien muy sensible puede que no te agrade. Consiste en que después de eyacular, coloques la palma de tu mano encima del glande y frotes como si no existiera un mañana. Es decir, muy fuerte y rápido.
Opción 3
Dale la oportunidad a los juguetes sexuales que se centran en el glande, existen de muchos tipos y solo necesitas seguir las instrucciones para utilizarlos. Los que son muy comunes en este tipo de prácticas son los huevitos, debido a su composición, sirven a la perfección para estimular el glande.
Algo que te podemos recomendar, es que primero te estimules mientras te masturbas y posteriormente en tu próximo encuentro sexual le digas a tu pareja cómo hacerlo.
Un squirt masculino no le va a gustar a todos los hombres, muchos pueden incluso odiar la idea de que el glande sea sobreestimulado. Inténtalo y si no te gusta, no lo fuerces. No es de ley que lo tengas y puedes optar por otras prácticas sexuales que vayan de acuerdo a tus gustos sexuales.