El fanatismo de las personas se lleva a cabo de distintas maneras. Algunas personas solo sienten una gran emoción y gusto por alguna serie, cantante, película, deporte u otra actividad recreativa. En otros casos, se llega a una obsesión por representar aquello que se admira y disfruta, como, por ejemplo, cuando los otaku hacen cosplay o los little monsters, fans de Lady Gaga, imitan los vestuarios de sus videos musicales. Asimismo, existe la comunidad furry, de la cual hablaremos a continuación.
¿Los furry se sienten animales?
La palabra furry viene del inglés fur, que significa pelaje. Erróneamente se cree que los miembros de esta comunidad se sienten animales no humanos; en realidad las personas que aseguran ser un gato, un perro, un conejo, etc., se les conoce como transespecie y eso es harina de otro costal. Aun cuando al usar disfraces o elementos distintivos furry, lleguen a hacer sonidos o tener comportamientos característicos del animal que representan, ellos están conscientes de que son seres humanos.
La comunidad de los furros únicamente gusta de vestirse o disfrutar del contenido que incluya seres animalísticos y antropomorfos, es decir, que mezclan características humanas y animales como un cuerpo musculoso, pero una cabeza y piel peluda de un tigre. Incluso en la cultura popular vemos estas representaciones desde el Tigre Toño en las Zucaritas, hasta en series como Beastars, en la que hay un romance entre un lobo y una coneja con razonamiento y que caminan en dos patas.
¿Cómo viven su sexualidad los furry?
Algunos furry solo sienten puro fanatismo y no lo involucran en sus placeres, por lo que no es algo necesariamente inherente al fandom. Sin embargo, hay muchos otros que practican el furry sex, el cual es una forma de role play que consiste en hacer el delicioso vestido parcial o totalmente de un animal antropomorfo. Puede ser que solo usen orejas de gatito o guantes que se asemejen a las patas de un perro o se disfracen por completo de ellos.
En ciertos casos, esto se acompaña de imitar las poses y sonidos característicos del apareamiento de estos seres peludos. Incluso, se usan dildos de fantasía que imitan los genitales de algunos animales, pero de forma exagerada y monstruosa. Pueden ver pornografía de furrys, lo cual puede incluir videos con personas disfrazadas o animación. También disfrutan de otras prácticas sexuales como el BDSM, el footfetish, ya que el furry sex no es excluyente de estas.
¿Los furrys son LGBT?
En el 2018, estudios del Antropomorphic Research Project de los Estados Unidos, obtuvieron que el 25% de los furros se identifica como bisexual, el 20% como gay, el 17% como pansexuales y el 7% como sexuales. Claro que esto no es representativo de todo el mundo, pero nos da una idea de que, al menos en una de las naciones donde hay más auge de esta comunidad, la mayoría pertenecen a la comunidad LGBT+. Sin embargo, esto no quiere decir que todos necesariamente lo sean.
Este fandom es muy diverso e inclusivo, por lo que la orientación sexual e identidad de género de las personas no es algo que te impida ser furry. Solo que, en muchas ocasiones, los miembros de esta comunidad son parte de la diversidad y al crear su furzona, es decir, su alter ego furry, siguen teniendo la misma disidencia que viven en su día a día.
¿Eres furro o te gustan? ¿Has tenido sexo furry o solo eres fan?
