¿Qué harías si te dijéramos que un enema no solo sirve para las duchas anales? Seguramente creerías que estamos locos, sin embargo, las personas que gozan del sexo anal y vaginal encontraron otro uso que darle a las duchas y por eso hoy te hablaremos de la clismafilia.
¿Qué es la clismafilia?
Es un fetiche en el que las personas disparan un chorro de agua en su ano o vagina, ya sea que lo hagan individualmente o en pareja. Suelen combinar esta actividad con otras prácticas sexuales, pero su excitación principal viene de esta filia, así como también, no pueden tener orgasmos si no la están practicando.
¿Cómo se practica?
Existen 4 formas en las que se produce la clismafilia:
- Se realizan limpiezas anales o vaginales mientras se están masturbando.
- Piden ayuda a su pareja para que lo practiquen con ellos.
- Están en una relación de BDSM y utilizan este método para hacérselo a su pareja como parte de su role play de dominación.
- Obtienen un estímulo mental mientras ven como alguien se lo hace, ya sea con intenciones sexuales o no.
¿Por qué se genera este fetiche?
Como cualquier otra filia, no se tiene una razón exacta por la que las personas puedan desarrollarlo, pero una teoría muy fuerte sobre la clismafilia es que todas las personas que la padecen es porque el estímulo que sienten cuando lo hacen es muy fuerte, ya que seguramente esas zonas son más sensibles y susceptibles a esos estímulos.
¿Es malo?
Ninguna filia es mala, pues estas son consensuadas y no provocan un daño a terceros. Eso sí, puede ser peligroso si se practica constantemente.
Estos son los posibles riesgos:
- Infecciones vaginales: Las duchas vaginales no suelen recomendarse porque eliminan todas las bacterias que son buenas para la vagina y que por ende se encargan de protegerla. Por lo tanto, si se hacen frecuentemente, podrás ser más propensa a tener infecciones (si eres mujer).
- Lastimar el ano: Esta parte del cuerpo no está diseñada para que le introduzcan algo constantemente y menos sin algún tipo de preparación. Así que si se le suelen hacer enemas constantemente, lo más probable es que termine dañado.
¿Cómo saber si es para mí?
Lo importante aquí es que experimentes y notes si te está gustando la sensación o es mejor dejarla a un lado. Si decides que es para ti, te recomendamos que la practiques con moderación y si empiezas a notar que lo haces muy frecuentemente o no puedes parar, entonces lo mejor es ir con un terapeuta sexual para tratar este fetiche y poder disfrutar de él de la manera más sana posible.
¿Te llama la atención esta filia? Dinos en los comentarios si te gustaría practicarla o si quieres que hablemos de otro fetiche en nuestras notas.