Todos los seres humanos en este planeta somos distintos. Aun cuando hay ciertos rasgos culturales y experiencias que nos unen, cada personalidad es distinta. Los gustos varían dependiendo de cada individuo, existen quienes prefieren la pizza con piña y otros solo aman la de pepperoni. Asimismo, nos pueden atraer personas altas, con rizos, de ojos marrones, con una personalidad fuerte, etc. De esta forma, también funciona la orientación sexual.
Un mundo de posibilidades
La orientación sexual, sexualidad o preferencias sexuales es una atracción emocional, romántica, sexual o afectiva hacia otros, en pocas palabras, quién te atrae y con quién quieres o no tener relaciones. Esta puede ser enfocada a un solo género (homosexual y heterosexual), implicar la atracción hacia dos o más (pansexual, bisexual, etc.), ser variable y fluida (antrosexualidad) o implicar una ausencia o experiencia específica que no necesariamente se relaciona con el tener sexo (asexualidad).
No se relaciona directamente con tu identidad de género, cómo te identificas, expresión de género, cómo expresas esta identidad, o sexo, cuáles son tus genitales, por lo que, por ejemplo, si eres una mujer trans te pueden gustar las mujeres o si eres un hombre estereotípicamente masculino, que disfruta de actividades relacionadas a la hombría como el futbol y en tu vida has bailado con la música de Britney, también te pueden atraer otros hombres.
¿O sea, cómo? ¿Así que los trans no son gays? ¿Por qué los hombres no son gays? A ver, empecemos por partes. Primero, primero (como dice Niurka), las personas trans no son lo mismo que los gays y lesbianas, créenos que las letras del acrónimo LGBT+ no están de adorno. En segunda, tú puedes ser una mujer u hombre cis y te puede gustar el plátano, la papaya o ninguno, la sexualidad es muy libre. Por último, los hombres gay siguen siendo hombres, quitémonos esa expresión de “hombre o gay” o de creer que ellos no son varones de verdad.
No es una elección
También es importante recalcar que la orientación sexual no es una elección. Es verdad que esto ha sido un debate que ha durado años, sobre todo porque hay famosos como Cyntia Nixon que jamás habían salido con alguien de su mismo sexo, pero ahora llevan años de relación y no se identifican como bisexuales o pansexuales. Las preferencias sexuales son algo fluido y personal, quizá, por ejemplo, no te atraen como tal las personas del sexo opuesto, pero te enamoraste de alguien con estas características.
A pesar de esto, es peligroso asegurar que podemos elegir la orientación sexual, ya que se afirma que las disidencias sexuales eligen vivir discriminación y otras problemáticas sociales que los afectan. Incluso, es el argumento favorito de los que promueven los Esfuerzos para Cambiar la Orientación Sexual (ECOSIG), mal llamadas terapias de conversión, es decir, centros de tortura en los que se busca convertir en cishetero a las personas LGBT+.
El respeto hacia los demás es clave. Nadie te está obligando a ser homosexual ni a estar con una persona que no te atrae. Sin embargo, encasillar a las personas por su orientación sexual o, peor aún, despreciarlas es algo que jamás deberíamos hacer. Somos libres de que nos guste quien deseemos y, además, ningún ser humano merece odio por ser quien es y buscar los mismos derechos que todos.
Ahora que sabes qué es la orientación sexual, ¿qué opinas al respecto? ¿Conoces a personas que aún confunden este concepto?
Fuentes:
Planned Parenthood
https://www.plannedparenthood.org/
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