Como siempre hemos dicho, lo que pasa entre nuestras piernas es cosa nuestra y nadie tiene derecho a juzgarnos. Sin embargo, también hacemos mucho hincapié en que hasta lo más extremo se haga con higiene y responsabilidad. Sobre todo porque el que haya gustos variados, no implica que todas las prácticas sexuales sean iguales o a todos les agraden. Muchas personas incluso tienen prácticas sexuales de alto riesgo para sentir placer.
¿Por qué se les llama prácticas sexuales de alto riesgo?
Se les da este nombre, ya que las prácticas sexuales de alto riesgo comprometen la salud, integridad y hasta la vida de las personas que participan en ellas. Esto incluye Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), embarazos no deseados y hasta problemas de pareja (si no se tiene comunicación clara al respecto). Entre las más comunes se encuentran:
- Cruising. El acto de tener sexo casual con personas desconocidas en lugares públicos como bares, antros, orgifiestas, la calle o el transporte público. Esto incluye el sexo oral o masturbación. Recuerda que no conoces la higiene ni la salud de todos, aun si te lo aseguran.
- Promiscuidad. Ponerle Jorge al niño con varias personas puede sonar divertido, pero si no utilizas protección puede poner tu vida en riesgo.
- Sexo anal sin cuidados. Si tienes sexo anal sin el uso de un lubricante de agua, sin higiene y la correcta dilatación del esfínter, puedes tener desgarres.
- Sexo a pelo. Hacer el cuchi cuchi sin usar condón puede hacerte blanco de infecciones, aun si es con tu pareja.
- Scat. El sexo escatológico, es decir, el que incluye orina, heces, flatulencias, etc., puede ser peligroso si implica el ingerir o introducir por el ano o la vagina estos fluidos corporales.
- Prácticas extremas en el BDSM. Si una de tus fantasías incluye provocar heridas o consumir sangre, incurres en el riesgo a causar heridas que se pueden infectar, enfermedades de la sangre, etc., si no lo haces con las medidas de precaución correctas. Además, si la otra persona no está convencida de algo, puede lastimarla no solo física, sino psicológicamente.
A mí no me va a pasar
Si recurres a cualquiera de estas prácticas sexuales de alto riesgo déjanos decirte que estás en todo tu derecho y nadie debe de discriminarte por ello. No obstante, también debes de ser responsable al respecto y no asegurar que “a ti no te va a pasar”, ya que cualquiera está en riesgo. Aun si solo practicas alguna de las últimas cuatro mencionadas con tu pareja.
Recuerda que no solo pones tu vida en peligro, sino la de las demás personas, incluyendo a tu novio, novia o novie. Cuidar la higiene, escuchar a tus parejas sexuales (sobre todo si algo no les agrada) y acudir con regularidad a hacerse análisis es la mejor forma de prevenir cualquier consecuencia negativa. Evita convertir una noche de placer en algo terrorífico que quizá te afecte toda la vida.
¿Haces alguna de estas prácticas sexuales de alto riesgo? ¿Tomas precauciones? ¿Cuáles son?
Fuentes:
Cigna
Fundación MSI
Men’s Health